
Este fin de semana fuimos a la playa,
Ale y yo, invitados por
Massimo y
Marcela.
El lugar es maravilloso. Ya habiamos ido (varias veces) los anos anteriores pero esta era la primera vez del 2005.
El Circeo (el lugar donde Massimo y Marce tienen casa) es un balneario que queda en la costa entre Roma y Napoli. El agua es transparente y la arena bastante clara. Es hermoso. Lamentablemente este ano, el mar decidio comerse toda la playa y las casas mas cercanas a la costa estan casi por irse flotando. La corriente es fuerte y se lleva la arena asi que estan trabajando para ver si pueden reconstruir la playa. Ojala que alcancen a poner la arena nueva antes del verano (y que Massimo y Marce nos inviten de nuevo!)
El hecho es que lo pase tan bien. Tuve tiempo de descansar, de comer rico (viva el pescado a la parrilla de Massimo...) y una de las cosas mas importantes, mi lindo Tango jugo como loco con
Luna y hasta se banaron en el mar. Mientras lo veia correr por el jardin de Marce, le dije a Ale que antes queria tener una casa con un jardin para mi, ahora quiero una casa con un jardin gigante, para el. Los tres lo pasamos taaan bien. Hasta logre broncearme un poco (a pesar de que todos me decian de ponerme proteccion 30).
Y ahora estoy de vuelta en Roma, ya estoy agotada.
Por suerte todavia tengo tiempo para repetir el fin de semana. Hasta que se termine el verano...!